La salida del número 4 de la Revista Juntanza, está teñida por una angustia creciente, matizada por algo de esperanza. Por un lado, estamos pasmados frente a las declaraciones y los acontecimientos que están resaltando a nivel mundial. Un ejercicio de fuerza bruta, atropellos, expresiones de ignorancia y violencia que nos vienen de muchos de los que deberían ser los lideres políticos de la tierra. Frente a semejantes manifestaciones, la pregunta que nos surge: ¿qué podemos hacer?
Creemos que, con mucha humildad y sentido de las proporciones, Juntanza puede ser un aporte a la construcción de empatía, tolerancia, interacción, cooperación entre personas y territorios, en sus expresiones de vida, no circunscritas solo a lo humano. Contribuciones, aunque pequeñas, a una ciudadanía activa y a la regeneración de la vida, de una manera interconectada.
Gratamente sorprendido, tanto por la estructura como por los valiosos contenidos de esta publicación, debo felicitar a todos quienes participan en ella.
La proyección humanística es un valioso elemento porque enfrenta la despersonalización que hoy caracteriza a los contenidos de las redes sociales y que en algunos casos -no todos por supuesto- deforman el estricto sentido de informar, educar y distraer a los lectores y/o visitantes, tareas de los medios de comunicación colectiva, tradicionales (impresos radiales o televisivos) o aquellos que emplean el modo digital.
Soy el director – fundador de la revista MAIZ & SOYA / TODOCAMPO que se edita en Quito – Ecuador, desde hace 20 años, dirigida a toda la cadena que produce proteína de origen animal y vegetal.