Si no somos capaces de cambiarnos nosotros de forma sistémica, no podremos llevar a escala cambios significativos y duraderos. Nuestra relación con nosotros mismos, con el otro, con la naturaleza deben de cambiar de forma profunda y significativa. Y eso se consigue expandiendo nuestras conciencias, pensando menos y sintiendo más. Despertando nuestro ser interior, entendiendo que somos parte indisociable de un todo.
Cuando pensamos en este Blog, pensamos en poder también articular las contribuciones y generar debates. Es lo que ocurre, en tándem, entre el articulo de Roberto Haudry y el de Guillen Calvo. Se pueden leer, identificando sintonías, en la óptica de una visión retadora de cambios.
En lo personal, nunca me gustó mucho la idea de «escalamos tal iniciativa / tal proyecto a millones de personas», justamente porque las transformaciones ancladas en los territorios y en el patrimonio biocultural incluyen la consideración de diferencias importantes que no pueden ser enfrentadas en una lógica «fordista», medio mecánica. E incluyen trabajo en profundidad que involucren cambios en profundidad. Guillen nos provee de esta otra visión de cambios sistémicos a partir de nosotros mismos, respecto a la cual me siento muy identificada.
Sigamos debatiendo!